Mosaico
Después de una estadía prolongada en la Estación Espacial Internacional (EEI), los astronautas de la NASA, Suni Williams y Butch Wilmore, han regresado a la Tierra a bordo de una cápsula Crew Dragon de SpaceX. Su misión, que originalmente estaba programada para durar solo ocho días, se extendió inesperadamente durante 286 días debido a problemas con el Starliner de Boeing, la nave que debía traerlos de vuelta.
El amerizaje ocurrió a las 5:57 p. m. hora del Este en las tranquilas aguas del Golfo de México, al sur de Tallahassee, Florida. La cápsula descendió con éxito gracias a sus paracaídas, y poco después fue recuperada por un buque de rescate. La apertura de la escotilla permitió a Williams y Wilmore salir tras su larga misión en el espacio, mientras una manada de delfines rodeaba la cápsula, agregando un momento curioso y simbólico al cierre de su travesía.
El retraso en su regreso generó preocupaciones y especulaciones entre el público, con algunos temiendo que los astronautas estuvieran en peligro. En enero, el expresidente Donald Trump criticó al entonces mandatario Joe Biden, acusándolo de haber “abandonado” a Williams y Wilmore en la EEI.
Elon Musk, fundador de SpaceX y asesor de Trump, también avivó la polémica al afirmar en la red social X que había ofrecido traer de vuelta a los astronautas seis meses antes, pero que su propuesta fue rechazada por razones políticas. Sin embargo, ni Musk ni la NASA han aportado detalles que respalden esta afirmación.
Bill Nelson, administrador de la NASA durante la administración Biden, desmintió cualquier influencia política en la misión y explicó que la decisión de mantener a los astronautas en la estación espacial obedeció a razones operativas y de seguridad. La NASA determinó en agosto que el Starliner de Boeing regresaría sin tripulación, lo que llevó a Williams y Wilmore a incorporarse a la tripulación de la estación hasta que pudieran retornar con el Crew-9 de SpaceX.
El Crew-9, lanzado en septiembre, permitió el relevo en la EEI y transportó a otros dos astronautas: Nick Hague, de la NASA, y Aleksandr Gorbunov, de la agencia espacial rusa Roscosmos, quienes también regresaron junto a Williams y Wilmore.
Pese a la controversia, la estancia prolongada no es un récord ni algo inusualmente largo en la exploración espacial. Wilmore rechazó la narrativa de que estuvieron varados. “Es trabajo, es divertido y a veces ha sido duro”, declaró en una entrevista. “¿Pero ‘abandonados’? No. ¿Atascados? No.”
Tras su recuperación, Williams y Wilmore fueron transportados en camillas especiales para ayudar a su readaptación a la gravedad terrestre. Luego de pasar por exámenes médicos, serán trasladados a Houston, donde se encuentra el Centro Espacial Johnson, base de las operaciones de vuelos espaciales tripulados de la NASA. Allí permanecerán en cuarentena antes de reunirse con sus familias.
La NASA ofreció una conferencia de prensa sobre la misión, que fue transmitida en vivo en su sitio web.
Este regreso marca un capítulo más en la colaboración entre la NASA y empresas privadas como SpaceX, en un esfuerzo por diversificar las opciones de transporte espacial y garantizar la seguridad de las misiones tripuladas.
Fuente: New York Times