A pesar del creciente clamor por su renuncia debido a acusaciones de corrupción, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, reafirmó su determinación de mantenerse en el cargo. Durante visitas a dos iglesias en Queens este domingo, Adams insistió en que seguirá adelante con su mandato.
"No me iré a ninguna parte", declaró en la Iglesia Bautista Maranatha, asegurando que tiene "una misión que cumplir". En su discurso, comparó su situación con la del personaje bíblico Lázaro, insinuando que superará las dificultades actuales.
Durante sus apariciones en Queens, el alcalde recibió muestras de apoyo por parte de la comunidad religiosa.
Las peticiones de dimisión han ido en aumento. La gobernadora Kathy Hochul reconoció que las acusaciones contra Adams son "extremadamente preocupantes y serias" y señaló que está en conversaciones con otros líderes estatales sobre la situación.
Entre los funcionarios que han solicitado su renuncia se encuentran la líder del Senado estatal, Andrea Stewart-Cousins, quien advirtió que los problemas legales del alcalde son una "distracción para gobernar", así como el vicegobernador Antonio Delgado y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez.
Los fiscales federales acusan al alcalde de haber recibido donaciones de campaña ilegales y lujosos beneficios de viaje por más de 100,000 dólares, incluyendo ascensos de categoría en vuelos y estadías en hoteles exclusivos.
Según la acusación, un funcionario turco que facilitó estos viajes habría presionado posteriormente a Adams para obtener favores políticos, como intervenir ante el Departamento de Bomberos para acelerar la apertura de un edificio diplomático antes de la visita del presidente de Turquía.
El juez Dale E. Ho tiene previsto decidir la próxima semana si los cargos en su contra serán retirados.
