Sergio Capozzi apoya el veto presidencial y pide un enfoque más profundo sobre el financiamiento universitario

Redacción

 
Argentina

La Cámara de Diputados se encuentra actualmente debatiendo el veto del presidente Javier Milei a la ley de financiamiento de las universidades. En este contexto, el diputado Sergio Capozzi, representante de Bariloche, expresó su desacuerdo con el veto, así como con los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), pero lo considera “un remedio constitucional”.

En declaraciones a Radio Seis, Capozzi afirmó que apoya el veto de Milei, alineándose con la posición de la dirección del PRO, y defendió la decisión del Gobierno de buscar un déficit cero. “El dilema radica en el origen de los fondos. Para satisfacer las demandas de los rectores, hay que desviar recursos de otro sector”, manifestó durante su participación en el programa Engranaje.

El diputado también lamentó la politización de las negociaciones salariales entre las universidades y el Gobierno, argumentando que el Poder Legislativo no debería asumir el rol de establecer acuerdos paritarios. “Es lamentable que sea el Congreso el que intente imponer condiciones. Este aumento debería ser resultado de un diálogo directo entre los rectores y el Gobierno nacional”, añadió.

Capozzi mencionó que se están llevando a cabo negociaciones salariales en este momento, y confía en que el conflicto podría resolverse antes de la próxima sesión de Diputados. “El Gobierno busca equiparar los salarios de los docentes al nivel más alto del sector público”, observó.

Recordó que hace un mes y medio, él y sus compañeros votaron en contra de la ley que finalmente fue aprobada y luego vetada por Milei. “Por eso respaldaremos el veto. Si no apoyamos la ley, ¿cómo podríamos rechazar el veto, que es una herramienta constitucional?”, subrayó.

Aunque reconoció que no le gusta el veto ni los DNU, insistió en que es crucial abordar el origen del problema. “No hubo Presupuesto en 2022, y durante todo 2023 se gobernó sin uno. Hubo negociaciones entre Massa y Milei, una inflación que superó el 250%, y los salarios quedaron rezagados. Ahora depende de Hacienda determinar de dónde se obtendrán los fondos. Milei presentó un Presupuesto de déficit cero y no puede emitir dinero ni redirigir partidas, ¿de dónde saldrán los recursos?”, cuestionó.

Capozzi destacó que el problema va más allá del financiamiento. “Si la situación actual es grave, el tema de los jubilados es aún más crítico. No tiene sentido un aumento del 6% cuando la inflación es del 8%”, comentó, enfatizando la necesidad de abordar las cuestiones estructurales.

Reiteró que el PRO no se opone a la educación pública y gratuita, pero aboga por un análisis más profundo de la situación. Citó como ejemplo el Ciclo Básico Común (CBC) de la UBA, que ha estado en funcionamiento durante 40 años, con solo 5.000 estudiantes cursando y un número mínimo de graduados.

El porcentaje de graduados en universidades argentinas es solo del 26%, comparado con el 75% en Chile y el 50% en Brasil. “Es alarmante que la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, con solo 16 graduados, reciba 15.000 millones de pesos, lo que equivale a 100 millones por egresado”, comentó, y añadió que el tiempo promedio de estudios en Argentina es de 9 años, mientras que en la UBA, las carreras están diseñadas para durar 4 años.

Capozzi compartió un caso emblemático de un ex empleado que, tras más de 20 años en la carrera de Derecho, se presenta ahora para presidir el centro de estudiantes en la Facultad de Lanús, lo que ilustra la falta de eficiencia en el sistema educativo.

Por otro lado, Capozzi criticó la reciente marcha en defensa de las universidades, calificándola como “no genuina” en comparación con la manifestación de abril. “Estuve presente y vi a la CGT participando, así como a figuras como Massa y Larreta. La movilización no fue tan significativa como en abril, ya que en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano hay más de 700.000 personas en las universidades, y solo se movilizó menos de un tercio”, concluyó.