Después de un periodo de reclusión, Patricia Bullrich ha decidido asumir un rol proactivo para mejorar la gobernabilidad y fortalecer el liderazgo de Javier Milei. Ante los recientes desafíos del gobierno, que incluyen errores estratégicos y tensiones en el Congreso, Bullrich ha decidido intervenir más activamente en la coordinación política de la Casa Rosada.
Bullrich, quien en un principio se centró en su papel en el Ministerio de Seguridad y en implementar su nueva doctrina antipiquetes, ha encontrado una vía para influir en las decisiones cruciales del gobierno. En las últimas semanas, ha intensificado su participación en la gestión política, buscando unificar mensajes y evitar nuevas derrotas legislativas.
Desde hace tiempo, Bullrich ha estado advirtiendo sobre la necesidad de una mejor coordinación entre la ejecución de políticas y la negociación con la oposición. Con el partido La Libertad Avanza (LLA) en minoría en el Congreso, Bullrich ha promovido la creación de un equipo interno para reorganizar la gestión y superar la disfuncionalidad en la administración. La reciente derrota en la Bicameral de Inteligencia, que quedó bajo el control de Martín Lousteau, profundizó su preocupación. Bullrich había propuesto al senador Martín Goerling para el cargo, pero la elección final se inclinó hacia el peronista Edgardo Kueider, generando tensiones dentro del gobierno.
A raíz de las derrotas legislativas y la crisis en el Congreso, Milei ha dado a Bullrich y sus aliados internos la oportunidad de formar una nueva “mesa política” para coordinar y discutir estrategias. Este nuevo grupo de trabajo incluye al jefe de Gabinete Guillermo Francos, el vocero Manuel Adorni, el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem y Bullrich.
Bullrich considera que este espacio será crucial para retomar la iniciativa y evitar que el déficit de peso político afecte el rumbo económico del país. “Es fundamental reunir a los que tienen capacidad política y ordenar”, ha expresado. Su inclusión en esta mesa de liderazgo ha generado tensiones con algunos miembros de Pro que están cercanos a Mauricio Macri, sintiendo esto como un desafío a la autoridad presidencial.
A pesar de sus recientes esfuerzos por colaborar en el esquema político de Milei, Bullrich ha mantenido una postura de lealtad estratégica. Evita confrontar directamente con las decisiones del núcleo presidencial y opta por apoyar controversiales decisiones, como la designación del juez Ariel Lijo para la Corte Suprema, para no crear fricciones innecesarias.
Sin embargo, su acercamiento al gobierno libertario ha generado descontento entre algunos de sus seguidores, quienes critican la postura de sumisión de Bullrich y su silencio frente a las decisiones controvertidas. La ministra de Seguridad está atenta a los escándalos internos del gobierno y se preocupa por el impacto de los conflictos en el Congreso.
Bullrich continúa avanzando en la consolidación de su relación con La Libertad Avanza y está planificando colaboraciones para las próximas elecciones legislativas de 2025. Mientras tanto, el gobierno sigue enfrentando desafíos internos, como las tensiones en torno al decreto de acceso a la información pública y las demandas de cambios en la reglamentación actual.
Fuente: La Política Online
