Bloqueo al ‘Séptimo Retiro’ aumenta tensiones y podría postergar la reforma hasta 2025

Redacción

 

Chile

La votación del controversial "séptimo retiro" de fondos previsionales no se realizará la próxima semana, y es probable que continúe en un limbo legislativo en la Cámara de Diputadas y Diputados por varios meses. La reforma, que permitiría a los cotizantes retirar parte de sus ahorros de pensiones, enfrenta oposición de diferentes sectores políticos.

En la última reunión de comités parlamentarios, el Frente Amplio y Renovación Nacional (RN) bloquearon la posibilidad de que el proyecto fuera incluido en la tabla de votaciones. Las diputadas Lorena Fries (FA) y Ximena Ossandón (RN) se negaron a dar la unanimidad necesaria para avanzar la iniciativa, a pesar de la presión de los promotores del retiro.

La oposición a esta votación no solo proviene de estos bloques; partidos como la UDI, Evópoli, el PS, el PC y los republicanos también han expresado su negativa. Los partidos han mostrado preocupación por el impacto que esta discusión podría tener en las elecciones municipales y regionales de octubre, así como en las parlamentarias de 2025.

Aunque la Comisión de Constitución ya rechazó la idea de legislar, el pleno de la Cámara aún debe tomar la decisión final. A pesar del informe negativo, el destino de la reforma depende del voto de los diputados. Sin embargo, la mayoría de los partidos han optado por aplazar la discusión hasta después de las elecciones, debido a la popularidad de los retiros y el riesgo económico que, según el ministro de Hacienda Mario Marcel, podrían generar, particularmente en relación con la inflación.

El "séptimo retiro", que en realidad sería el cuarto de aprobarse, podría tener más apoyo en el futuro, especialmente si la situación económica empeora y aumenta la presión popular. Si el proyecto se vota y se rechaza antes de fin de año, no podría ser reintroducido hasta un año después, lo que lo dejaría en la víspera de las elecciones parlamentarias de 2025. Este escenario podría aumentar el apoyo a la reforma, lo que genera incertidumbre tanto en la oposición como en el oficialismo.

Mientras tanto, algunos comités han coordinado sus esfuerzos para bloquear la votación de manera estratégica, con el fin de evitar que el proyecto sea debatido antes de las elecciones. La presidenta de la Cámara, Karol Cariola (PC), ha mostrado su disposición a no obstaculizar la discusión, pero ha dejado claro que solo avanzará si hay unanimidad en los comités, algo que parece improbable por ahora.

El proyecto ha generado divisiones tanto en el oficialismo como en la oposición. Diputados independientes como Pamela Jiles y Rubén Oyarzo han liderado la campaña para que el tema se vote lo antes posible, acusando a los partidos de evitar el debate por miedo a las repercusiones electorales. La presión también viene de bancadas que han presentado sus propios proyectos de retiro, como la PPD-independientes y el grupo mixto radical-liberal.

A pesar de la resistencia de sectores de la derecha, algunos diputados dentro de la UDI, RN y los republicanos han mostrado apertura hacia un nuevo retiro, complicando aún más la situación.

En conclusión, la reforma del séptimo retiro sigue siendo un tema polémico que podría quedar en suspenso hasta 2025, en función de los cálculos políticos y electorales de los diversos partidos.