El G20, que se reunirá el jueves y viernes en Río de Janeiro, se encuentra en una de las etapas cruciales previas a la cumbre de jefes de Estado y de gobierno programada para el 18 y 19 de noviembre. En el marco de su presidencia, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, anunciará la creación de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una iniciativa clave que busca implementar estrategias financieras compartidas para combatir el hambre y replicar programas exitosos a nivel local.
El reto es considerable. Un informe reciente de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) revela que en 2023, el hambre afectó a 733 millones de personas, lo que representa más del 9% de la población global, debido a conflictos persistentes, dificultades económicas y el cambio climático.
“El hambre no tiene lugar en el siglo XXI. Un mundo sin hambre no solo es necesario, sino que es alcanzable con acciones financieras”, expresó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un mensaje de video presentado en Río de Janeiro durante la divulgación del informe. Guterres añadió: “Podemos resolver esta crisis”.
La erradicación de la pobreza extrema y el hambre para 2030 es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU en 2015. Lula subrayó en una entrevista reciente que “la lucha contra la desigualdad, el hambre y la pobreza no puede ser responsabilidad de un solo país; debe ser asumida por todos los que estén dispuestos a asumir esta responsabilidad histórica”.
Durante sus dos primeros mandatos (2003-2010), los programas sociales de Lula lograron sacar a millones de brasileños de la pobreza.
En la primera reunión de los ministros de Finanzas del G20, celebrada en São Paulo en febrero, también se discutirá la propuesta de un impuesto para los “superricos”, otra prioridad del gobierno brasileño. Esta iniciativa, respaldada por Francia, España, Sudáfrica, Colombia y la Unión Africana, busca gravar los patrimonios más altos, basándose en el trabajo del experto en desigualdad Gabriel Zucman.
Tatiana Rosito, secretaria de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda de Brasil, afirmó que “las negociaciones avanzan bastante bien”, aunque el Ministerio alemán de Finanzas señaló que aún no hay consenso. Estados Unidos se opone a la creación de un impuesto internacional, como lo recordó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, en una reunión del G7 en mayo.
A pesar de estas diferencias, el Ministerio de Economía francés confía en que se podrá avanzar en la cooperación internacional en materia de impuestos, incluyendo los destinados a grandes fortunas.
Debido a las tensiones entre países occidentales y Rusia desde el inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022, la elaboración de una declaración conjunta en las reuniones del G20 es un desafío. Brasilia ha anunciado que las cuestiones geopolíticas se abordarán en un comunicado separado de la presidencia brasileña.
Mauricio Lyrio, responsable brasileño de las negociaciones del G20, explicó que las reuniones ministeriales no necesariamente incluirán un párrafo sobre temas geopolíticos en el comunicado final. En su lugar, se publicará una declaración separada.
Además, Brasil planea emitir hasta tres declaraciones finales, una de ellas centrada exclusivamente en la cooperación internacional tributaria, que abarcará los impuestos a las grandes fortunas.
Fundado en 1999, el G20 reúne a la mayoría de las principales economías mundiales, junto con la Unión Europea y la Unión Africana. Originalmente centrado en cuestiones económicas, el grupo ha ampliado su enfoque a temas internacionales relevantes.
Fuente: Yahoo!
