La música, un refugio en la memoria incluso frente a la demencia

Redacción

 

Música

Las canciones que marcaron nuestras vidas quedan profundamente grabadas en nuestra memoria y persisten durante años, incluso décadas, después de haberlas escuchado.

Expertos explican por qué, incluso las personas con demencia, pueden recordar tan bien la música.

El próximo festival de Glastonbury, uno de los eventos de música más importantes del mundo, incluye presentaciones nostálgicas como las de Avril Lavigne y Keane. Muchos asistentes pueden cantar de memoria cada una de sus canciones, a pesar de no haberlas escuchado en años.

Aunque tengamos mala memoria, podemos recordar la música por encima de todo, como lo ejemplifica la autora de este texto, quien ha visto a su abuela con Alzheimer tararear canciones de amor de los años 50.

¿Qué hace especial a la música?

La familiaridad es una parte crucial, explica Kelly Jakubowski, profesora asociada del departamento de música de la Universidad de Durham, en una entrevista con The Independent. Oímos las mismas canciones una y otra vez, mucho más de lo que leemos un libro o vemos una película. Esta repetición constante puede fortalecer el rastro de la memoria.

Incluso si no hemos escuchado una melodía en 20 años, es probable que la recordemos fácilmente. Desafortunadamente, esto también se aplica a las letras incorrectas: si has cantado "siente el ritmo de la mandarina" en lugar de "siente el ritmo de la pandereta" de Abba, será difícil corregirlo.

La emocionalidad en la música

Las investigaciones en psicología muestran que recordamos mejor lo que sentimos profundamente. No sólo se trata de las emociones que expresa la música, sino también de los sentimientos que evocan las situaciones en las que la escuchamos, como un funeral o una fiesta, afirma Jakubowski. Este procesamiento emocional más profundo facilita que la música quede grabada en nuestra mente.

Otro aspecto importante es que la música activa múltiples áreas del cerebro, no sólo la corteza auditiva, sino también las áreas relacionadas con las emociones y el movimiento. "La gente recuerda los movimientos y quiere bailar con la música", añade Jakubowski. Esta amplia activación cerebral ayuda a que las melodías se mantengan en la memoria, incluso en personas con demencia.

En 2020, un video se volvió viral mostrando a una exbailarina con Alzheimer emocionada al escuchar El lago de los cisnes de Tchaikovsky, agitando los brazos como si estuviera en el escenario.

Recuerdos profundos y música

A principios de este año, la abuela de la autora de este artículo cantó suavemente "Someone to Watch Over Me" de Ella Fitzgerald en el funeral de su esposo, demostrando que la música puede evocar recuerdos profundos y duraderos.

Sarah Metcalfe, directora de la campaña Música para la Demencia, ha visto cómo la música puede transformar la vida de los pacientes y sus cuidadores. Para las personas que no han hablado en mucho tiempo, encontrar la canción adecuada puede hacer que empiecen a cantar de nuevo, lo cual es un alivio y una alegría para sus familias.

Metcalfe relata que la música no sólo beneficia a quienes padecen demencia, sino también a sus cuidadores. Personas que no hablan durante la semana pueden cantar viejos himnos en la iglesia, recuperando su voz y sus movimientos.

El poder de la reminiscencia

Jakubowski menciona el fenómeno del "golpe de la reminiscencia", que abarca aproximadamente desde los 10 hasta los 30 años de edad, cuando codificamos mejor los recuerdos debido al óptimo funcionamiento cerebral y a la formación de nuestra identidad.

Playlist for Life es una organización que ayuda a encontrar la música adecuada para personas con demencia, aprovechando sus efectos positivos. Un hombre con demencia empezó a contar historias de su juventud tras escuchar a una banda que vio en su adolescencia, demostrando el impacto de la música en la memoria.

Reminiscencia generacional

También recordamos la música de la adolescencia de nuestros padres, sugiere Jakubowski, gracias a la influencia de la música intergeneracional. Por ejemplo, la autora de este artículo recuerda a su padre tocando la guitarra al ritmo de Pink Floyd.

Los sonidos pueden desbloquear otros recuerdos y, al final de nuestras vidas, si perdemos la memoria, estos recuerdos musicales pueden resurgir. A las personas con demencia se les reproducen melodías familiares como "Estrellita, estrellita", con nuevas letras adaptadas a su rutina diaria, ayudándoles a recordar acciones básicas.

Escuchar "Complicated" de Avril Lavigne transporta a la autora a su infancia, recordando el papel tapiz turquesa de su dormitorio y la emoción de sostener el CD en sus manos.

Para más información sobre Música para la Demencia, visita: www.musicfordementia.org.uk.

Fuente: La Jornada