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El auge de Xóchitl Gálvez en la política mexicana, conocido como el "fenómeno Xóchitl," parece estar perdiendo fuerza, lo cual ha encendido las alarmas en la oposición. Esto se ha evidenciado en las recientes encuestas que arrojan resultados desfavorables para la Senadora y su coalición.
La encuesta de Buendía & Márquez publicada en El Universal, aunque señaló un declive en el apoyo a Gálvez, no hizo más que confirmar lo que otras casas encuestadoras habían advertido semanas atrás: el "fenómeno Xóchitl" se ha estancado o, en realidad, nunca despegó como se esperaba. Además, este estancamiento no solo afecta a la precandidata, sino también a los partidos coaligados en el Frente Amplio por México.
Covarrubias y Asociados, junto con De las Heras-Demotecnia, ya habían pronosticado la disminución del Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en las proyecciones para las elecciones de 2024, en comparación con los resultados de 2018. Además, destacaron la gran brecha entre Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum Pardo, la candidata de izquierda. La encuesta de Buendía & Márquez simplemente corroboró esta tendencia.
Sin embargo, algunos miembros de la oposición han acusado a la encuesta de favorecer a Morena, el partido en el poder, lo que ha generado controversia en torno a la integridad de los datos. A pesar de esto, Santiago Creel Miranda, el coordinador de la campaña de Gálvez, afirmó que sus propias encuestas muestran resultados distintos y que están a menos de un dígito de distancia de su competidora.
Los analistas políticos han comenzado a cuestionar si Xóchitl Gálvez fue solo un "flor de un día" en la política mexicana y si la oposición debe replantear su estrategia. La amplia ventaja de Sheinbaum sobre Gálvez en las encuestas ha generado dudas sobre si la irrupción de Gálvez fue efímera y si no logró superar el desprestigio de los partidos que la respaldan.
En medio de esta disminución en su popularidad, Xóchitl Gálvez también ha sido criticada por algunos analistas por lo que originalmente fue su frescura y desfachatez, que ahora parecen haberse convertido en desorden e indisciplina. Los críticos sugieren que Gálvez necesita ser más cuidadosa para no confundir la espontaneidad con la improvisación en su campaña.
Si bien una encuesta sola no debería ser el único factor para tomar decisiones políticas, la brecha entre Gálvez y Sheinbaum en las encuestas ha servido como una advertencia a la oposición, instándola a trabajar con seriedad y urgencia para enfrentar el desafío histórico que tienen por delante en las elecciones de 2024.