En cualquiera de las cuatro entradas al festival Lollapalooza Chicago sorprende el nivel de producción en los outfits de los fans de todas las edades, que con los colores, brillos y prendas más variadas le pusieron color al segundo día del festival, donde el ritmo lo marcó el rapero Kendrick Lamar y sorprendió Sabrina Carpenter, quien será telonera de Taylor Swift el 9, 10 y 11 de noviembre en River como parte del "The Eras Tour".
En los atuendos específicamente preparados para disfrutar de las diez horas de shows -en el caso de estar desde que abren las puertas- predominan las transparencias, pero no solo por moda.
El ingreso con mochilas
La seguridad también moldea los looks: entre las recomendaciones, los organizadores remarcan que hay que ingresar con riñoneras de un solo bolsillo o bolsos pequeños pero transparentes para poder observar qué hay dentro.
Aunque muchos logran entrar con pequeños bolsos de colores, antes hay que pasar por los detectores de metales y la revisión del personal de seguridad que le pone mucha onda a los controles, pero que aumentó con respecto a la primera fecha.
Las mochilas transparentes dejan ver el infaltable kit personal para Lollapalooza Chicago: maquillaje, protector solar, toallas húmedas, chicles, lentes de sol y botellas vacías o camelbaks, las mochilas chicas donde puede haber una bolsa plástica transparente en la que entran dos litros de líquido.
Cualquiera sea el look, una de las atracciones es la pequeña sala de escape que colocó Hulu, un servicio de suscripción de streaming, donde -entre show y show- muchos pasan para intentar descubrir la salida de la habitación, donde la clave está en un viejo teléfono con teclado.
El stand anti-drogas
Otra novedad de Lollapalooza Chicago pasa por la preocupación el consumo de carfentanilo, el analgésico opioide 100 veces más fuerte que el fentanilo y muchísimas más que la morfina.
Por primera vez, hay un stand con el nombre “Free Naxolon”, en el que entregan gratis más de 4000 mil dosis de Narcan, un aerosol nasal para revertir la sobredosis y además dan folletos educativos para saber qué síntomas marcan el exceso de consumo.
La telonera de Taylor Swift
A la media tarde, Chicago hizo honor al apodo de “La Ciudad de los vientos”: una suave brisa aminoró el impacto del sol veraniego, en especial sobre el escenario Coinbase, que por primera vez explotó de gente con la presencia de Sabrina Carpenter, la artista que en Argentina será telonera de Taylor Swift.
Con el sol de frente y a la hora en la que los oficinistas recién dejan los rascacielos, saltó al escenario con seis bailarines para despertar alaridos entre la multitud de jóvenes mujeres que se movieron al ritmo del pop.
No solo paseó por sus hits, sino que hasta se permitió hacer delirar al público con Lay all your love on me, un cover de ABBA con el que sus fans estallaron. Para el final dejó su éxito: Nonsense, que entre otros fue aplaudido por Rob, un fan nacido en Chicago que fue el primero de Lollapalooza en lucir la camiseta de la Selección Argentina y el apellido del capitán en la espalda. “Soy fan, amo a Messi”, dijo a Clarín.
Shaquille O’Neal, en plan DJ
Pero el 10 no fue la única referencia deportiva de la tarde. No en camiseta sino en vivo y detrás de las bandejas como DJ, la ex figura de la NBA, Shaquille O’Neal se presentó bajo el nombre artístico de DJ Diesel en el escenario Perry, donde la música electrónica es la que marca el ritmo. Detrás de las bandejas, el ex pívot de 2 metros y 16 centímetros volvió a Lollapalooza Chicago después de cuatro años.
Jared Leto, arengadorShaquille O’Neal domina anche il Lollapalooza.#otnba
— OverTime Storie a Spicchi (@StorieASpicchi) August 7, 2023
pic.twitter.com/kBmeGzGxUL
Antes del plato fuerte del viernes, en el escenario Bud Light, Jared Leto, ganador del Oscar por su actuación en Dallas Buyers Club: El club de los desahuciados y que además es director y productor, en este caso se lució como cantante de Thirty Seconds to Mars.
Fue el que más interactuó con el público: no solo hizo subir a varias personas al escenario, y revoleó inflables de pileta para que la muchedumbre tirara al aire, sino que al final de su show caminó hasta el mangrullo, se subió al techo y cantó desde ahí arriba mientras arengaba al público.
El cierre a todo rap
Cuando cayó la segunda noche sobre el Gran Park de Chicago, vestido con ropa deportiva azul y sin marca, Kendrick Lamar confirmó que es el rey del rap.
Apenas se podía ver un solo logo en su vestimenta: “pgLAng” decía su gorra. Es la compañía de entretenimiento que el propio Lamar fundó. Cantó Humble, Money Trees, y su éxito junto a The Weeknd, Sidewalks.
Estuvo rodeado de cuatro bailarines que, con el efecto de las luces, completaron una performance imposible de dejar de ve,r hasta llegar al final en un segundo día con todavía más público que en la jornada anterior. Para los cuatro días esperan a más de 430 mil fans.
Fuente: Clarín