Columna
Por: Orly
Mazabel Frid
Sol Pereyra hace música inspirada en la literatura, el cine, el arte, la música, los eventos culturales en América Latina para crear combinaciones sonoras que tengan reminiscencias de folclores del pasado como Violeta Parra.
Para la cantante y compositora, Violeta Parra fue una gran influencia se trata de una de las principales folcloristas en América del Sur y divulgadora de la música popular de su país, pieza fundamental de la cultura chilena, cuyas manifestaciones fueron base para el folclor de toda América Latina.
Sol Pereyra considera que es fundamental el impulso a la cultura: “La cultura para cualquier lugar es algo de vital importancia, que generalmente es subestimada por los gobiernos”, detalla que es bueno consumir la cultura del lugar que habitamos.
La música como generadora de un cambio social
“Todo lo que haga el ser humano, dependiendo del momento, todo lo que haga la gente”, es generador de cambio, considera Sol Pereyra en entrevista. Hay momentos donde la cultura puede generar cambios.
La música motiva espiritualmente a Sol, porque es lo que la moviliza. “Me inspiran todos los artistas que fueron generando quiebres, que se la han jugado (...) como Violeta Para que representa parte de la cultura en América Latina”.
La mayor parte de los artistas coinciden en que es difícil entrar y triunfar en el mundo de la música, como todo es un camino.
“Como cualquier camino, si se sostiene desde la elección con una verdadera convicción, hace más fácil seguir en la industria”, detalla Sol Pereyra sobre el camino en la industria de la música.
Agregó respecto a los manejos de la industria musical que “La industria de la música está dependiente del nivel de dinero que se poner para difundir (...)es un camino ardúo”.
Respecto a que si un músico se hace con la práctica o desde una escuela, ella habla de la importancia del aprendizaje “El aprendizaje tiene que ver más en el éxito que con una institución, tiene que ver con ser curioso, dedicarle tiempo e ir aprendiendo más, eso es lo que desarrolla conocimiento, ya sea dentro o fuera de una institución”.
Ella considera que más allá de fusiones, tiene un estilo ecléctico, usando electrónica, reggae, rock urbano, ritmos de folklores latinoamericanos. Sol Pereyra escucha música afroperuana, música criolla de Perú, el folclor venezolano, el argentino, el chileno, el merengue de República Dominicana.
Sus influencias de la música electrónica: Jain, Polo y Pan y Bomba Estereo.Recientemente estrenó el sencillo Oveja Negra y forma parte de La Película, su más reciente álbum.
Su nuevo disco tiene la importante colaboración con Kevin Johansen, Mirlos del Perú y Flabia Cohelo. Oveja Negra es una canción que igual que el álbum completo nos introduce a un world beat que evoca a imágenes y sonidos de América Latina , porque La Película crea un lazo entre música y cine, a través de una sucesión de canciones .
Por medio de un tiempo musical se presenta el beat electrónico que late marcando el pulso junto a la tambora, el cajón, las percusiones, el balafon, guitarras, requintos, vientos y cuerdas, toda una mezcla armónica y sonora.
La Película es un disco en el que Sol transita por las raíces de nuestro continente y Oveja Negra se trata de una confirmación que realizó con la colaboración de la cantante y guitarrista franco-brasileña Flavia Coelho,cantante brasileña nacida en 1980 en Río de Janeiro , radicada en Francia desde 2006, donde ganó el Génération Reservoir y fue firmada por el sello independiente Discograph. Su primer álbum: Bossa Muffin fue lanzado en 2011. Juntas hicieron un proyecto interesante con una fuerte pasión y amor por la música.
Sol Pereyra muestra una música original, valiosa, auténtica, de calidad más allá de lo comercial. “Fuera de los estilos comerciales, lo que imponen las redes y las pautas pagadas”.
El mundo espiritual y su música
Sol Pereyra cree en un mundo espiritual, porque considera que la música le llega desde ahí “Me levanta, me ayuda, me conmueve, mantiene mi espíritu en lo alto (...)Y si Dios existe es eso, algo que te conmueve, algo que te emociona, el viento, un animal, un gesto de amor”.
A los diez años se empezó a acercar a la música, pero fue hasta los 21 años que comenzó a vivir de la música de una forma más formal.
“En la medida que uno se compromete con el proyecto hay dificultades que crecen”, pero ella dice que enfrenta los retos a través de la dedicación y toma los desafíos que realmente le interesan, subraya el valor de la constancia que debe tener un músico.
Siempre hablando de su amor a Violeta Parra comparte una de sus formas de ver la vida “Me gustan los músicos que están comprometidos con algo. Me gusta la gente que está comprometida en su oficio y en lo cotidiano".